Escribir libros infantiles es una tarea difícil. Es un trabajo exigente y solitario, cuyo objetivo final es complacer a un público difícil. Es un trabajo que requiere mucha autodisciplina para superar los altibajos. Al enfrentarse a rechazos, es natural que la mayoría de los escritores sientan que su confianza en sí mismos se ve afectada. Así que, la próxima vez que te sientas desanimado, reflexiona sobre estas ideas para animarte y seguir adelante.
Eres un escritor, no un autor
Claro que todos los escritores escriben para un público y, por supuesto, quieren publicar . Pero al poner la pluma sobre el papel (o los dedos sobre el teclado), es preferible que te consideres un escritor. Esto te ayuda a concentrarte en tu escritura y a obtener perspectiva sobre tu trabajo. Como escritor, tienes control sobre tus decisiones, pero como autor, dependes de factores externos que no siempre están bajo tu control.
Concentrarse en la escritura te libera, permitiéndote escribir con facilidad y alegría. Y mientras te diviertes, es fácil dejar atrás las dudas y seguir adelante.
Ignora a los que odian
Todos los escritores deben aceptar y cultivar la retroalimentación y las críticas. Críticas sanas, sí; desaires desagradables, no. Deja la distinción muy clara. Cualquier crítica que ayude a mejorar tu trabajo es retroalimentación constructiva. Cualquier retroalimentación que te haga dudar de tu calidad es un discurso de odio desagradable que deberías dejar de lado y no volver a revisar.
Como escritor, tienes que protegerte de las críticas negativas y el rechazo. Si eres de esas personas sensibles que se desaniman fácilmente, este enlace debería ser de lectura obligada. Es un artículo brillante que te ayudará a hacer las paces con las críticas.
La conclusión es: escucha a quienes te entienden como escritor porque esos son tus lectores.
Relájate; nadie tiene tiempo para atacarte.
¿Recuerdas cuando en tu adolescencia te salía acné y te daba vergüenza ser ridiculizado en público? Pero no funcionó así porque todos estaban pendientes de sus propios granitos y espinillas.
Así es la vida. Pocas personas tienen tiempo para criticarte o alegrarse de tu fracaso. Todos estamos demasiado ocupados lidiando con nuestros propios problemas e inseguridades. Así que concéntrate menos en defenderte de los ataques inminentes y canaliza tus energías en impulsar tu creatividad.
Tengo varios proyectos en mano
Dedicar todas tus energías a esa obra maestra única puede ser peligroso. Basta con un rechazo para romperte el corazón y poner fin a tu carrera como escritor.
Ten muchos proyectos pequeños en los que trabajar, incluso mientras trabajas en el grande. Escribe artículos, blogs, cartas y columnas de periódico. Escribir constantemente no solo mejora tu técnica, sino que también te da un respaldo en caso de que tu proyecto principal no salga como lo planeaste.
Ser un escritor prolífico es difícil, pero no tanto como crees.
Abre tus alas
Quizás se te dé bien escribir un género en particular; quizá ficción juvenil. Pero no te limites a eso. Sal de tu zona de confort, escribe un libro de capítulos para jóvenes lectores o intenta escribir un libro ilustrado . Quizás tengas éxito en tus intentos y te sorprendas descubriendo un nuevo talento. O quizás no lo consigas y, aun así, incluso el fracaso te enseñará algo nuevo.
Como escritor infantil, no te encasilles en una imagen que te has creado. Rompe esa imagen y supera el miedo al fracaso.
El mayor enemigo de un escritor infantil no son las críticas ni el rechazo. Es la inseguridad. Necesitas quitarte ese peso de encima y SEGUIR ADELANTE.