La primera parte de ser escritor es encerrarse en tu pequeño escondite y teclear sin parar. Una vez que hayas terminado, ¡es hora de retroalimentación!
A menudo, para los escritores, es un momento intimidante que alguien más revise su manuscrito. Pero aquí es donde deben definir quién será esa persona. Y recuerden que la cantidad es tan importante como la calidad. Envíen su primer borrador a varias personas y luego analicen los comentarios para determinar las revisiones necesarias.
Profesores y bibliotecarios
Estas son las personas que captan la atención de tu público. Desafortunadamente, ¡también están muy ocupadas! Pero esfuérzate por forjar una relación (si aún no la tienes) y luego hazle la pregunta. Los profesores y bibliotecarios también conocen la importancia de los libros infantiles, así que podrías convencerlos de que dediquen su tiempo a tu libro.
Grupos de escritura locales
Consulta en la biblioteca local y las librerías de tu zona. Quizás encuentres grupos de escritores activos en la zona. Únete o pídeles que revisen tu libro. Si consigues que al menos un par de miembros compartan sus opiniones, empezarás a comprender cómo percibe la historia el lector.
Comentarios en línea para escritores
Existen numerosos grupos de escritura en línea que se encargan de la crítica de manuscritos para sus miembros. Merece la pena unirse, ya que estos foros son ideales para recibir críticas agudas y constructivas, cruciales para mejorar tu trabajo. Además, puedes perfeccionar tus propias habilidades de crítica.
Servicios de crítica profesional
Si dispone de presupuesto, contratar a un editor profesional para que revise su primer borrador puede ser una inversión que valga la pena. Esto le da acceso a la opinión de expertos, algo difícil de obtener si solo confía en sus conocidos.
La gran lectura: cómo obtener su propia retroalimentación
Algunos autores apuestan por la técnica de dejar reposar el manuscrito un tiempo, luego imprimirlo completo y verlo en papel. A veces, leerlo en papel es realmente diferente y el escritor puede sentir que lo está leyendo por primera vez. Esto le da una nueva perspectiva sobre la obra, permitiéndole evaluarla mejor.
Facilite el trabajo a quienes le dedican su tiempo y recursos; sea específico sobre el tipo de retroalimentación que desea, cuándo y si la prefiere por correo electrónico. No es fácil ser duro, pero la crítica de su trabajo es justa. Así que, cuando la reciba, asegúrese de que sea valiosa.