Si eres un escritor infantil listo para lanzar tu proyecto de autopublicación, necesitas completar esta última lista antes de dar el salto. En este punto, es importante dejar atrás el papel de escritor. Si realmente quieres maximizar tus posibilidades de éxito, es hora de empezar a pensar como editor.
A pesar del dinero invertido en recursos y profesionales, como autoeditor, la responsabilidad recae en ti. Por lo tanto, asegúrate de tener un producto orientado al mercado que se venda. Reconsidera lo siguiente y haz las correcciones necesarias.
¿TIENE ESE ASPECTO?
Encuadernación: Sin tapa dura. Demasiado caro de producir, por lo tanto, no se venden.
Formato: Mantén un tamaño compacto que los lectores puedan digerir. Los lectores esperan que el libro tenga una apariencia y una sensación determinadas. No permitas que un artista demasiado entusiasta se salga de lo aceptable.
Portada: Una herramienta fundamental para promocionar tu producto. Recuerda centrarte en lo que se vende, no en lo que te gusta. Contrata a un profesional. Un amigo o familiar con talento no basta. La portada de tu libro debe destacar. Sin embargo, no debe haber discordancia entre la portada y el contenido.
¿TIENE EL CONTENIDO?
Edición: Nuevamente, contrate a un profesional. Un libro lleno de errores tipográficos es un producto descuidado que no está listo para el mercado.
Diseño del libro: Solo imágenes relevantes y listas para imprimir, tanto ilustraciones como fotos. Nada borroso ni que distraiga del contenido. Las imágenes que no aporten nada a la historia deben eliminarse.
¿ES EL DINERO CORRECTO?
El único cálculo para fijar el precio de un libro es cuánto está dispuesto a pagar el cliente. Revisa el género y el tipo de libros disponibles en el mercado para fijar el precio. Un precio excesivo puede arruinar tu libro.
Si su libro está bien en todos estos aspectos, entonces está listo para salir al mercado.
¡Buena suerte y feliz caza!